Tim Wang es un platense que desde hace muchos meses pelea para poder ver a sus hijas. Lleva más de 16 meses sin poder tener contacto con ellas. Son dos niñas de 3 y 4 años.

Su ex mujer lo denunció por violencia de género, pero él jura que todo es mentira. Las pericias psicológicas le fueron favorables: señalaron que no hay motivos para interrumpirle la relación con sus pequeñas.

Todo comenzó con un episodio cerca de la Facultad de Ingeniería de La Plata. «Discutimos en la calle y ella me empujó contra una columna. Ahí mismo llamé a la policía. Pero cuando arribó, ella se puso a llorar diciendo que la estaba maltratando, y luego me hizo una denuncia por violencia de género»

Desde ese momento empezó el calvario para Tim. Su ex lo acusó de violencia verbal, psicológica, sentimental y emocional. ‘La justicia catalogó la situación como violencia simbólica moderada. Dicen que subestimo a mujeres. Y ya me sentenciaron como un machista’, relató Tim.

Durante este periodo le hicieron, su ex ya le hizo 11 denuncias por secuestro, extorsión y amenazas. También lo acusa de no asistir con alimentos a sus hijas, algo que también desesperó a Tim porque fue el propio padre el que pidió poder pagar la cuota de alimentos.

Pero las acusaciones no quedaron allí. También declaró su ex mujer que es ludópata y que salía a robar.

Según relató Tim, en una ocasión envió a un amigo suyo con ropa para las pequeñas, e insólitamente el sujeto también fue denunciado.

«No me dejan saber cómo es su crecimiento y su situación educativa. Una de mis niñas estuvo internada por neumonía y no me dejaron entrar al hospital porque no estaba registrado como padre en la historia clínica», comentó Tim. Se enteró 6 días después de que su hija estaba enferma.

Tim señaló, por otro lado, que ya gastó 14 mil dólares para poder pagar especialistas y demostrar su inocencia. Le debe dinero a mucha gente que lo acompaña en esta lucha.

«Tuve angustia y deprimido, pero me preocupa que mis nenas estén viviendo con una persona con trastorno y tendencia al suicidio», completó.

2 COMENTARIOS

  1. En mi caso, mi ex es manipulador emocional, psicópata (y litigante). Mi hija mayor dice lo que él quiere. Se está pareciendo a él. La directora del colegio de mis hijas, católico, me venía pidiendo que cambiara a mis hijas de colegio, me trataban mal en las reuniones; no coincidían con los que los profesionales tratantes de mis hijas veían. En cuanto tuvo la oportunidad, la directora del colegio escribió a la Defensoría, en tono personal, describiéndome de manera peyorativa y descalificativa; pero el membrete pesó. Estoy luchando para revertir las cautelares.
    Esa directora escribió que mis hijas estaban mejor con el padre que con la madre. Desde agosto no le contesta el pedido al Defensor de Menores, de CABA, la situación académica de mis hijas; ni faltas. Impunidad total, sin actas, además.
    El juzgado no resuelve desde agosto lo que tiene que resolver, mientras se afianza el SAP, y mi hija no tiene contención ni cuidados; hábitos y buena alimentación; ni terapia ni educación, pues tampoco iba al colegio.
    Directora cómplice del padre.
    JUSTICIA CRIMINAL

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