Fiel a su historia, San Lorenzo pone el acento en las cuestiones sociales. Para tender una mano a quien lo necesita y también para visibilizar las problemáticas que surgen a nivel social. En una labor pionera en la materia, se aprobó en reunión de Comisión Directiva el Protocolo de la Niñez, un trabajo realizado con gran responsabilidad y que convierte a San Lorenzo de Almagro en el primer club argentino en contar con un protocolo propio “para la Promoción y Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”.
El trabajo conjunto, elaborado entre CASLA Social y la Secretaría del Club, con la colaboración de profesionales de la materia, dio como resultado este protocolo que busca garantizar el cumplimiento de los derechos y el correcto desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. Todos ellos quienes desarrollan deportes o actividades recreativas en el club y deben estar resguardados de cualquier abuso físico o mental o cualquier tipo de violencia que alguien pueda llegar a hacerles padecer y, sobre todo, poder trabajar en la prevención.
Por eso, este protocolo busca garantizar plenamente intervenciones interdisciplinarias en las distintas áreas del Club, así como la debida articulación con las instituciones gubernamentales y/o judiciales pertinentes.
El protocolo contempla capacitaciones al personal que trabaja diariamente con niños, niñas y adolescentes, su difusión a todos los empleados y empleadas y el desarrollo de un trabajo integral, en el que el Departamento de CASLA Social estará en constante coordinación con profesionales de la temática de Ciudad y Nación, así como con ONG especializadas en la materia. Un compromiso que San Lorenzo asume con todo orgullo y firme decisión.
Para este Fin, de forma exclusiva, InfoDiario estuvo conversando con la Vocal del club, Karina Lefèvre, quien nos detalló varios temas de interés relacionados con la aplicación de dicho protocolo.
¿Cómo surge la idea y desarrollo del protocolo?
Fue una iniciativa del Departamento Social que se trabajó en forma conjunta con la Secretaría del Club durante meses. El Protocolo surge a partir de la necesidad de adecuar las prácticas del Club a la normativa nacional e internacional y al enfoque de respeto de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes para establecer un manual de procedimiento claro de abordaje, protección y de acción.
¿Cuáles son los departamentos en concreto que el club articula para la aplicación del mismo?
El Departamento Social es la primer área interviniente al activarse el Protocolo, pero éste es transversal a todas las áreas del Club ya que alcanza tanto a socios y socias menores de 18 años, sino también a chicos y chicas que practiquen deportes o actividades recreativas en nuestra institución en el marco de convenios celebrados con el Gobierno de la Ciudad o Nacional.
¿Cómo planea la institución implementar la detección de casos de maltrato o abuso dentro y fuera de la institución?
A partir de instancias de capacitación y formación al personal que está en vínculo directo con las niñas, niños y adolescentes y un equipo profesional especializado. También a partir del fortalecimiento de la escucha hacia las niñas, niños y adolescentes. Asimismo, se planea trabajar en forma directa con las chicas y chicos a través de talleres, juegos y actividades artísticas para que ellos mismos conozcan sus derechos y puedan incorporarlos en forma natural.
Contará la institución con un departamento de contención y asesoramiento una vez detectadas dichas situaciones?
Sí, el Protocolo prevé la creación de un equipo especializado multidisciplinario dependiente del Departamento Social, el cual debe seguir los lineamientos de abordaje, acompañamiento y seguimiento de cada uno de los casos planteados.
¿Consideran la interferencia parental, impedimento de contacto como una forma de maltrato infantil?
La premisa del Protocolo de San Lorenzo de Almagro es prestar especial atención al Interés Superior del Niño, es lo que debe primar ante todo y, tal como se consigna expresamente en él, debemos empezar por creerle a la niña, niño o adolescente por lo que cualquier impedimento de contacto debe ser interpretado como una forma de maltrato por omisión. Tal como reza el Marco Conceptual de la Unidad Técnica Especializada en Maltrato Infanto Juvenil del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al cual adherimos, debe entenderse como maltrato hacia las niñas, niños y adolescentes a “… todo acto que por acción u omisión provoque en la niña, niño o adolescente un daño real o potencial en su integridad y desarrollo físico, sexual, emocional, cognitivo o social; ejercido por personas, grupos de personas o instituciones que sostengan con la niña, niño o adolescente una relación asimétrica de autoridad, confianza o poder”.
Estarían interesados en desarrollar un mecanismo de detección y contención si es percibido que un niño, niña o adolescente se encuentra alejado injustamente de parte de su familia?
Como club deportivo, corresponsable con el Estado, la comunidad y las demás organizaciones sociales, debemos velar siempre por los derechos de las niñas, niños y adolescentes, a partir de la escucha activa y de la articulación y derivación a los organismos públicos especializados que correspondan.
Estarían dispuestos a reunirse con instituciones dedicadas a tratar dicha problemática?
Sí, por supuesto. Éste es un camino que debemos transitar todas las organizaciones juntas porque las distintas visiones y perspectivas nos enriquecen, mucho más si se trata de instituciones dedicadas a tratar esta problemática; siempre estaremos dispuestos a reunirnos con cualquier organización que lo desee.
Qué tipo de actividades en concreto plantean para difundir los derechos del niño?
Actividades y talleres de promoción de derechos con las niñas, niños, sus familias, profesoras/es, en materia de igualdad y no discriminación, igualdad de género, prevención de abusos y/o violencias, fortalecimiento del buen trato, hábitos saludables. Y toda otra acción tendiente a la visibilización y promoción de buenas prácticas y del buen trato hacia niñas, niños y adolescentes, como colocación de cartelería en las instalaciones, entrega de folletos, acciones de difusión por redes sociales y toda otra herramienta comunicacional.