En los tiempos que corren en Argentina una mujer es asesinada por día ante la mirada cómplice del Estado y la inacción de la Justicia. Frente a esto, no resulta extraño que el pueblo reaccione a acusaciones de violencia realizadas por mujeres hacia hombres por medio de los llamados “escraches” a través de las redes.
Si bien es comprensible el deseo de protección de la presunta víctima ante el peligro inminente, se debe tener muy presente que por medio de este tipo de escraches se puede incurrir en un delito tipificado por la ley y que, por encima de esto, este método ya se ha cobrado la vida de víctimas inocentes falsamente acusadas.
Desde Infancia Compartida desalentamos este tipo de accionar.
Antes de culpar a alguien por la web de un delito preguntate:
• “¿estás segur@ de que realmente sucedió?”
• “¿Escuchaste las dos campanas?”, si no lo hiciste estás violando el derecho
fundamental de cualquier persona a ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Lamentablemente, en numerosas oportunidades muchas personas aprovechan la ola de violencia contra mujeres para acusar injustamente a hombres que son inocentes. El caso más reciente es el de Fabián Cruciani, oriundo de Neuquén quién fue acusado a través de twitter de intentar violar una perimetral contra su ex pareja. Lo único que hizo este papá fue enviar un mensaje de audio a su hija de 10 años que vive a 1200 km de distancia, ya que su madre decidió alejarla del padre para obstaculizar el contacto. En un principio el padre realizó una búsqueda de mucho tiempo para dar con
el paradero de su hija y una causa comenzó.
El pasado 20 de noviembre de 2020 la mamá de su hija fue condenada por impedimento de contacto, condena que aún está en suspenso y que fue el resultado de la decisión de la justicia para una madre que compulsivamente violentaba a su hija al obstruir el contacto con su padre y al presentar sistemáticamente FALSAS DENUNCIAS de violencia. Esta semana no fue diferente…Fabián recibió una nueva denuncia que nuevamente le impedirá tener contacto con su hija durante 6 meses.

Nos sentimos en la obligación de echar luz ante esta acusación.
Esta madre, a la que muchos defendían por redes aún sin conocerla, fue condenada por incumplir el derecho fundamental de todo niño a crecer con ambos padres y el de ambos padres a tener contacto con sus hijos.
Llamamos a todas las personas de buena fe a indagar en cada caso antes de formar parte de un escrache público de este tipo que afortunadamente no tuvo consecuencias más allá del disgusto para este padre pero que no dejan de ser peligrosas e injustificadas en muchos casos.


“TODOS SOMOS INOCENTES HASTA TANTO SE DEMUESTRE LO CONTRARIO” así reza la convención internacional por los derechos humanos.

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